Aditivo sintético de alta tecnología con un revolucionario sistema de control de fricción a nivel molecular (MFC). Asegura un eficaz control al desgaste de motores bencineros o diésel. Proporciona protección contra el desgaste alargando la vida útil del motor, reduce el consumo de combustible y emisiones de sustancias contaminantes, y recupera la potencia óptima del motor gracias al efecto de una marcha más suave.